Tal y como hemos aprendido de las dos primeras entradas del blog de esta edición, los mares que rodean las islas Galápagos forman un entorno único que alberga criaturas increíbles de todas las clases. Si te perdiste la entrada anterior, puedes acceder a ella en “Un archipiélago especial. Segunda parte: la vida marina. En esta entrada hablaremos de cómo las corrientes marinas han afectado el clima de Galápagos y lo que esto implica para la vida terrestre de las islas.
Las islas Galápagos presentan un clima inusualmente seco y templado para ser un archipiélago ubicado en el ecuador. No son de clima tropical, como sucede con la mayoría de los países que se encuentran en la línea ecuatorial, sino que son más frías de lo que se puede esperar, aunque el clima permanezca templado durante todo el año. Las diferencias estacionales en las islas se caracterizan por las variaciones en las precipitaciones y en la nubosidad, más que por la temperatura.
De junio a diciembre, aparece una estación más fría y seca de cielos más nublados y de lloviznas esporádicas, en la que el plancton prolifera en los mares provocando un aumento de la productividad y un incremento de la cantidad de alimento. Todo esto resulta en que haya una gran actividad en las aguas y en que los tiburones ballenas se acerquen a las Galápagos. Además, debido al clima más frío y a la abundancia de alimentos, esta estación es también el periodo de reproducción para muchas aves tanto marinas como costeras, iguanas y leones marinos y lobos marinos de dos pelos.
Una estación más cálida y húmeda ocurre entre los meses de enero y mayo en Galápagos, caracterizada por la disminución de los vientos, aguas más cálidas, nubes de lluvia y precipitaciones abundantes y diarias por la tarde en las zonas con mayor altitud. No obstante, incluso durante esta estación, las zonas de menor altitud solo reciben pequeñas cantidades de lluvia, aunque en cambio se benefician del agua que transportan las montañas.
Como ocurre con otros fenómenos en Galápagos, el clima lo determinan las corrientes oceánicas. La corriente de Humboldt es una corriente de agua fría que se desplaza dirección norte desde la Antártida por las costas occidentales de Sudamérica. Cuando la corriente se encuentra es su punto más alto lleva a las islas vientos fríos que dan lugar a la estación seca, ya que hacen que se reduzca tanto la cantidad de agua de mar que se evapora, como la cantidad de nubes que se forman y por tanto, se produce una disminución de las precipitaciones. Durante la estación húmeda, los vientos y la corriente están más débiles, esto crea que las temperaturas superficiales de los océanos sean más cálidas y que se produzca una mayor evaporación de las aguas traduciéndose en más precipitaciones.
Un gran número de animales se ven afectados por los cambios en el clima debido a la irregularidad en las condiciones meteorológicas y a las fluctuaciones en la abundancia de alimento. En la estación seca, algunas de las tortugas gigantes de Galápagos de la isla Santa Cruz emigran en busca de alimento distancias de hasta 10km por bosques nublados ubicados en terrenos de mayor altitud, antes de regresar en la estación húmeda a las tierras bajas. El Programa de Ecología de Movimiento de Tortugas Gigantes de Galápagos rastrea distintos ejemplares de tortugas para seguir sus movimientos durante todo el año. Si te interesa aprender más sobre este tema visita Rastreadores de tortugas en la página web Descubriendo Galápagos.
En la siguiente entrada de blog hablaremos de la ubicación de las islas Galápagos y de cómo los animales que llegaron al archipiélago han evolucionado sin ser influenciados de ninguna forma por el continente. Aprenda más sobre los temas tratados en esta entrada visitando El tiempo y el clima y Un archipiélago especial, ambas páginas se pueden encontrar en la página web Descubriendo Galápagos.